Es un fenómeno muy reciente que ha venido con internet: esa sensación de que no hace falta pagar por nada y podemos tenerlo todo gratis, porque todo está en la red. Y en gran parte es así, la llamada «democratización de la información» ha sido absolutamente revolucionaria y lo ha cambiado todo. Sin embargo, hay algunas cosas que no se pueden dejar a esa nube de datos de procedencia e intención dudosa que muchas veces es internet.
Por poner un caso muy representativo. ¿Querrías que te operase un neurocirujano que ha obtenido sus conocimientos médicos en un curso gratis de medicina online? Seguramente no, y ahora vamos a darte algunos motivos de por qué esto es así. Vamos a confrontar los cursos de inglés gratis con la asistencia a una academia de idiomas, a ver qué pasa.
CURSOS DE INGLÉS GRATIS vs. ACADEMIA DE IDIOMAS. ¡QUE EMPIECE EL COMBATE!
Estos que te vamos a dar a continuación, son sólo unos pocos de entre los muchos argumentos por los cuales cuando se trata de educación, no puedes ser «rata» sin que esa decisión te pase factura (y nunca mejor dicho).
1. Lo que es gratis no lo tomamos en serio. Lo que nos cuesta dinero, sí.
Y esto es real como la vida misma. Cuando nos dan algo gratis no lo valoramos menos mientras que, si tenemos que pagar ello, lo aprovechamos y apreciamos mucho más. Aunque sólo sea por la sensación de que tienes que amortizar el dinero que has invertido, te lo tomarás mucho más en serio. De lo contrario, en cuanto no te apetezca seguir con esos cursos de inglés gratis pensarás: «bah, no pierdo nada» o «puedo retomarlo cuando quiera». No caigas en esta trampa. Optar por una academia de idiomas te compromete muchísimo más con tu objetivo que hacer cursos de inglés gratis.
2. No es por desconfiar del género humano, pero nada es gratis.
Por supuesto no hablamos de voluntariado y ONG’s, hablamos del mercado. Del intercambio y oferta de distintos bienes y servicios. El tiempo es el activo más valioso que existe, mucho más valioso que el dinero, como te explicábamos en otro post. ¿Por qué alguien va a invertir su tiempo en crear cursos de inglés gratis que no generarán nada a cambio? No es que seamos desconfiados (que también), es que sabemos que nadie da nada gratis, ni siquiera en internet. Piensa en ti mism@, imagina que tienes una página que oferta cursos gratis de inglés y otros de pago. ¿Dedicarías el mismo tiempo y esfuerzo a crear un curso que no te va a reportar nada a otro del que pretendes vivir como profesional? Muchos de estos pretendidos cursos gratuitos no lo son en su totalidad. Tienes un par de lecciones gratuitas o de prueba, y luego debes comprar la versión completa. La palabra «gratis» es el mejor reclamo publicitario de todos los tiempos, pero en realidad sólo enmascara otro tipo de técnicas de márketing.
3. Estar sol@ ante el peligro o tener un equipo de personas ayudándote.
Imagina que estás viendo un curso de inglés en YouTube y te surge una duda… Lógicamente, vas a tener que quedarte con ella porque nadie va a solucionártela. Los cursos donde no tienes ningún tipo de soporte o asistencia, a parte de ser impersonales y no tener en cuenta tus problemas específicos y tus capacidades, son como volver a las clases magistrales. Y aunque parece que esto suena como algo muy bueno, no lo es en absoluto. Con clases magistrales nos referimos a ese modelo «viejuno» de enseñanza en el que no hay feedback entre alumno y profesor. La persona que tiene los conocimientos los suelta sin más al alumno, no hay diálogo, ni interacción, ni práctica. Sólo una información que se mueve unidireccionalmente con el problema añadido de que, en estos cursos de inglés gratis, ni siquiera puedes levantar la mano si no has entendido algo. Tener un equipo de profesores y compañeros junto a ti en el proceso de aprendizaje, no tiene precio.
4. Un ambiente de estudio plagado de distracciones o un aula dinámica donde todo fluye hacia el mismo objetivo.
Cuando estás haciendo online un curso de inglés gratis, con cuatro ventanas más abiertas en el navegador, las redes sociales on fire y todo tipo de distracciones a tu alrededor, necesitas una motivación multiplicada por mil o una concentración digna de un monje tibetano para no acabar sucumbiendo a todo tipo de estímulos e informaciones que no tienen nada que ver con tu objetivo. No nos engañemos, la misma naturaleza de internet o de esa página donde buscas las lecciones, plagada de publicidad agresiva y enormes banners multicolores, no ayuda a concentrarse. Cualquiera de esas atractivas distracciones que están tan sólo a un click de distancia, son mucho más interesantes que seguir leyendo lecciones de gramática. Sin embargo, un aula bien organizada, con sesiones especialmente diseñadas según el tipo de alumnos (de los cuales conocen sus nombres, sus caras, gustos, aficiones, fortalezas y debilidades), con profesores comprometidos y en plena ebullición, aislada de cualquier otra ocupación que no sea la de aprender inglés, es un entorno más que ideal.
Podríamos seguir dándote argumentos hasta el fin de los tiempos, pero sabemos que tu tiempo es limitado y en internet todo debe tener una duración mucho más limitada para no aburrir a los distraídos navegantes (piensa también en esto). Por mucho que la red sea un lugar maravilloso, cargado de recursos valiosísimos para apoyarte en tu proceso de aprendizaje y que nos encanta facilitarte siempre que podemos, no es el mejor lugar para algo tan complejo como aprender inglés. Y nos referimos a aprenderlo de verdad.
Recuerda que una educación de calidad requiere mucho tiempo, esfuerzo, dedicación y pasión por lo que se hace por parte de los profesores en primer término. Y eso es algo en lo que nadie nos gana.
Ven a conocernos y compruébalo.