¿Quién ignora a estas alturas la importancia del inglés para el desarrollo personal y profesional de cada uno? Sin embargo, son aún muchas las empresas que no invierten lo suficiente en la formación de sus profesionales aunque todas sepan que el inglés para empresas es un recurso vital a la hora de desarrollar el negocio.
En los tiempos que corren tenemos que tener en cuenta que un gran volumen de las ventas que se producen en la inmensa mayoría de los negocios se producen en el extranjero. En general, salvo que conozcamos el idioma del país en cuestión (Francia, Alemania, Italia…) el idioma universalmente utilizado en los negocios y en los intercambios comerciales es el inglés; por eso, la formación de inglés para empresas es tan importante.
Desde un trato hasta unas negociaciones con un importante proveedor o un cliente comercial. Todo puede salir mal si no conseguimos entendernos y comunicarnos con corrección. También, en ocasiones, un pobre inglés puede ser motivo de desconfianza ya que piensen que, al ser nuestra capacidad comunicativa muy baja, también puedan serlo el resto de servicios y productos que ofrecemos. Y es que la imagen lo es todo en el mundo actual. Por eso una empresa debería contar con clases de inglés para sus empleados siempre.
El inglés para empresas: una apuesta de futuro
Así, las empresas que han decidido invertir en la formación de inglés de los empleados consiguen que su negocio pueda ser muchísimo más fácilmente adaptado a las ventas internacionales y a una expansión futura. Ante todo, en cuestión de formación de inglés para empresas debemos priorizar los equipos que más en contacto estén con el público o los clientes y proveedores.
Los equipos de ventas, compras y atención al cliente suelen ser los que deben mejorar su nivel de inglés. También, otra de las secciones que las empresas refuerzan a la hora de contratar clases de inglés para empresas suele ser la de sus ejecutivos pues, a fin de cuentas, suelen ser la imagen de la empresa y quienes tienen la responsabilidad de cerrar los acuerdos más importantes de todos.
No obstante, si la empresa se lo puede permitir (y suele poder, ya que las formaciones suelen tener importantes bonificaciones) es más que conveniente que proponga clases de inglés a todos los miembros de la empresa. No sólo porque se sentirán útiles sino porque, también, se sentirán todos iguales y parte indispensable de un equipo cada vez más internacional, dinámico y competitivo.