“Se me dan mal los idiomas” o “estudio y estudio pero no consigo aprender”, son algunas de las frases que más se oyen cuando hablamos de los problemas que se sufren a la hora de aprender inglés.

Si esto sucede, es que probablemente no se está aprendiendo inglés de la manera correcta, por lo que conviene tener en cuenta cuáles son los errores más frecuentes que se cometen y cómo podemos hacer para evitarlos. Así, si miramos con atención esta lista de los errores más frecuentes, podemos ver cómo hacer para evitar repetirlos una y otra vez.

Algunas razones por las que te cuesta aprender inglés

Mala metodología: Una de las razones más frecuentes por las que no se aprende bien el inglés es una mala metodología. En muchas academias y clases aún se están practicando métodos antiguos que la pedagogía actual ya ha dejado como más que superados a la hora de aprender.
No te diviertes: Los pedagogos coinciden en que a la hora de aprender inglés se aprende mucho más y mucho más rápido si lo pasamos bien en lugar de estar repitiendo y aprendiendo de memoria listas de verbos. Desde luego, esto a veces será necesario, pero en la medida de lo posible las clases deben ser interactivas y amenas.
No escuchas ni hablas: No. No hablamos de una falta de interés por aprender inglés; sino del hecho de que en muchas ocasiones el contacto con el inglés se limita al interior del aula. Para aprender inglés rápido y bien tenemos que buscar la manera de utilizarlo: vacaciones, intercambios… y también de estar expuestos a él como, por ejemplo, viendo la televisión en inglés.
Películas mal subtituladas: ¿No era bueno aprender inglés viendo la televisión? ¿Cómo puede estar mal subtitulada una película? Muy sencillo: la forma de aprende inglés viendo la tele es escuchando los diálogos en inglés y leyéndolos en inglés. Si vas a escuchar una película en inglés pero has de leer los subtítulos en castellano u otra lengua no te servirá de mucho.
Miedo a soltarse: El miedo al ridículo suele ser uno de los mayores frenos a la hora de aprender inglés. En muchas ocasiones, este sentimiento de vergüenza hace que los alumnos que están aprendiendo un idioma no acaben por soltarse y hablar. El miedo a cometer un error hace que no lo cometan… ¡No hablando! Así no se avanzará nunca.