Lo desconocido siempre da miedo y es normal. Pero sólo operando e interactuando con todas esas cosas que aún no sabemos, podemos seguir creciendo como personas y aprendiendo independientemente de nuestra edad. Vivir en el extranjero es una opción que a veces se toma por voluntad propia y, otras veces, a la desesperada, como única salida para perseguir el futuro que queremos.
Sea cual sea tu situación, si tienes la oportunidad no deberías dejarla pasar sin aprovecharla. Puede ser una experiencia dura o una de las mejores de tu vida, quizá ambas cosas. En este post queremos presentarte tres poderosas razones para vivir en el extranjero o, al menos, para que empieces a planteártelo seriamente.
1. Abrirá tu mente y tus perspectivas.
Para comprender que el mundo es más grande y más variado de lo que te imaginas, bastaría simplemente con desplazarte dentro de tu propio país, pero en el fondo siempre habrá un denominador común cultural e ideológicamente hablando. Vivir fuera de España una temporada te permitirá observar distintos modos de hacer y pensar, experimentar un mayor salto cultural y tener una mente más abierta y flexible.
2. Te hará más extrovertido e independiente.
Dentro de nuestra zona de confort hay toda una red de personas conocidas, costumbres y lugares recurrentes. Siempre nos movemos dentro del ámbito de lo previsible y apenas asumimos riesgos o nos exponemos a situaciones extraordinarias. Vivir en un país desconocido nos obliga a abandonar la zona de confort para hacernos un lugar en ese nuevo mundo, desarrollar nuestras habilidades sociales para entablar relaciones. Todo ello moviéndonos por nosotros mismos, sin depender de nadie que nos saque las castañas del fuego.
3. Perfeccionarás otro idioma.
Como te decíamos en otra ocasión y tal como demuestra la mayor efectividad del método comunicativo, no hay mejor forma de dominar un idioma que hablarlo, escucharlo, utilizarlo e incluso, si se puede, «respirarlo». Al vivir en un entorno donde prácticamente todo lo que podemos hacer implica usar esa nueva lengua (relacionarte, ver la televisión, ir de compras, pedir una consumición en un bar…), poco a poco dejará de existir esa barrera que nos obliga a ir traduciendo palabra por palabra, y empezaremos a interiorizarlo como algo fluido y natural.
En cualquier caso, será una experiencia que no te dejará indiferente, algo que merece ser vivido y que cambiará tu forma de relacionarte con el mundo, consiguiendo sacar a la luz facetas de tu personalidad que suelen estar «desconectadas».
Si no quieres quedarte sin saber qué pasaría si lo intentases, puedes empezar a prepararte para tu gran viaje a través de nuestros cursos intensivos.
Y disfruta de todo lo que aún te queda por vivir.
